¿Son inevitables las contracturas?
“Uy, uy uy… ¡qué
dolor!” “No me puedo mover” “Tengo este lado hinchado”¿Te suena
verdad? ¡Sip! Efectivamente. Tienes una contractura.
Pero, ¿sabes
qué es exactamente una contractura? Es la contracción del músculo de manera
involuntaria y continuada al hacer un esfuerzo, es decir, el músculo se encoge
formando una bola, manifestándose un abultamiento que implica dolor. La aparición
de la contractura puede darse durante el
ejercicio, por la acumulación de
metabolitos que provocan el dolor y la inflamación debido a la insuficiencia de
irrigación sanguínea que depure esa zona. También pueden aparecer después del
ejercicio, debido a la fatiga excesiva de las fibras, que no pueden relajarse.
¿Qué tipo de
personas sufren más las contracturas? Pues precisamente las que no hacen
ejercicio y de repente, realizan una actividad física como coger a sus hijos en
brazos, correr para no perder el autobús, etc. porque sus músculos no están
acondicionados. Asimismo, los malos hábitos posturales favorecen las
contracturas.
¿Cómo podemos
combatir las contracturas?
Es evidente
que hay fármacos miorelajantes y antiinflamatorios que ayudan a “despistar al
dolor”, pero se ha demostrado que lo más
eficaz es un masaje para facilitar la recuperación de la movilidad, http://www.terapia-fisica.com/masaje-terapeutico.html
evitando la formación de adherencias en el foco inflamatorio y aumentando el flujo
sanguíneo. Así, se acelera la reparación del tejido con la propia fricción del
masaje.
Por eso,
además de recomendaros el masaje una vez que aparecen las contracturas, para
evitarlas, lo mejor es habituarse a estirar los músculos antes de salir de
casa. La mayoría de estos estiramientos los conocemos todos, pero os dejo un
vídeo para ayudaros a estirar abdominales y espalda: http://www.youtube.com/watch?v=wsBaZ5IyyyE&feature=player_detailpage
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